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El IIS La Fe se adhiera a la Carta sobre Lenguaje Inclusivo de la Asociación de Mujeres Investigadores y Tecnólogas

La Asociación de Mujeres Investigadores y Tecnólogas (AMIT) es una asociación sin ánimo de lucro abierta a todos aquellos hombres y mujeres que desempeñen su labor profesional en el ámbito de la investigación científica y la tecnología, y que compartan nuestros objetivos. Una de sus últimas iniciativas ha sido la publicación de la Carta sobre Lenguaje Inclusivo a la que el IIS La Fe se adhiere con la voluntad de colaborar en un cambio que debe promover una mayor proactividad la materia para que todas las personas estén representadas en las instituciones que premian, financian, desarrollan políticas o realizan comunicación científica.

Declaración de la Carta sobre Lenguaje Inclusivo de la AMIT

Hace ya tiempo venimos observando que en las convocatorias de premios a la investigación o a la excelencia se continúa leyendo:

  • Preséntanos a los mejores científicos y emprendedores de España... Abierto el plazo de presentación de candidatos. (Premios de la Fundación Rey Jaime I)
  • La Fundación Banco Sabadell otorga este premio con el objetivo de reconocer el trabajo de los investigadores españoles [...] [...] reconocer la trayectoria de jóvenes investigadores La Fundación Banco Sabadell convoca 15 Ayudas para investigadores [...] (Premios y ayudas a la Investigación de la Fundación Banco Sabadell)
  • Podrán optar a estos premios todos los alumnos que, habiendo participado en la fase local de las Olimpiadas de Matemáticas dentro del ámbito de su Comunidad Autónoma, hayan sido seleccionados para participar en la fase nacional. (Página del ministerio, Olimpiadas Matemáticas)

Se trata solo de algunos de los muchos ejemplos de un uso del lenguaje nada inclusivo con el que las mujeres investigadoras y tecnólogas nos encontramos a diario y, lamentablemente, no se trata solo de las bases para premios y concursos. Existen gran cantidad de textos y denominaciones en las que el masculino es el único genero presente: manuales docentes, llamadas a ponencias, estatutos de sociedades, textos legislativos e incluso los nombres de algunos colegios profesionales.

Somos conscientes de que los motivos por los cuales está presente el uso del lenguaje no inclusivo pueden ser no intencionales. Sin embargo, ya sea economía del lenguaje, costumbre o descuido, las mujeres no nos sentimos representadas en él. Entendemos que seguramente no existan malas intenciones, pero también aspiramos a que se comprenda nuestro cansancio y hartazgo. Este tipo de lenguaje ignora e invisibiliza a las mujeres investigadoras y tecnólogas y tiene graves consecuencias negativas para las futuras generaciones, ya que no apela a su participación. Algunas personas y autoridades se asombran de que las niñas no confíen en su capacidad intelectual y que tengan menos predisposición a presentarse a competiciones como las olimpiadas matemáticas. Pero lo cierto es que es difícil que se sientan apeladas por este lenguaje tan excluyente.

Existen fórmulas para hacer el lenguaje más inclusivo y su uso sería particularmente apropiado a la hora de redactar una convocatoria de premios, una invitación a ponencias o a cualquier otro acto científico y cultural para el que se solicite la participación de la ciudadanía. Se puede hablar de científicos y científicas, pero también de personas dedicadas a la ciencia, de personas expertas, etc., también se puede hacer referencia a candidaturas en lugar de candidatos.

Nos consta que el personal de muchas de las fundaciones y entidades que utilizan el lenguaje que cuestionamos, están realizando avances en cuanto a otros aspectos relevantes como los tribunales paritarios y la participación en los mismos de grandes investigadoras. Es un esfuerzo que valoramos y queremos reconocer en el presente documento. Sin embargo, aún quedan factores como la falta de transparencia respecto a quienes integran los jurados y la no paridad en los mismos, que pueden afectar negativamente a la voluntad de presentarse a una determinada convocatoria. Ese tipo de convocatorias representan, así mismo, una desviación de nuestra realidad social en la que las mujeres conforman el 50% de la población y obtienen más del 50% de las titulaciones universitarias.

Es por ello por lo que nuestra asociación AMIT-MuCVal aprueba este texto en demanda de un cambio, dirigido a animar a una mayor proactividad en estas cuestiones de las instituciones que premian, financian, desarrollan políticas o realizan comunicación científica.

Y solicitamos que se utilicen formas de lenguaje inclusivo así como que los paneles de personas expertas que deban juzgar cualquier tipo de premio sean públicos, paritarios y diversos, en cumplimiento de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres , la Ley 14/2011, de 1 de junio, de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, que indica textualmente que se debe "promover la inclusión de la perspectiva de género como categoría transversal en la ciencia, la tecnología y la innovación, así como una presencia equilibrada de mujeres y hombres en todos los ámbitos del Sistema Español de Ciencia, Tecnología e Innovación" y, en el caso concreto de la Comunidad Valenciana la Llei 9/2003, de 2 d'abril, de la Generalitat, per a la Igualtat entre Dones i Homes. Entendemos que la voluntad de las instituciones valencianas y españolas es avanzar en pro de la igualdad real y creemos que pequeños esfuerzos como el uso de un lenguaje inclusivo son cruciales para para alcanzar una sociedad igualitaria.