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Investigadores de La Fe identifican variantes genéticas determinantes para la elaboración de fármacos inmunosupresores para trasplantados

Investigadores de la Unidad de Farmacogenética del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS-La Fe), facultativos del servicio de Farmacia del Hospital La Fe e investigadores de la Facultad de Medicina de la Universitat de València (UV), en colaboración con la Unidad de Trasplante Pulmonar del Hospital La Fe, han desarrollado una investigación en la que han identificado la relación entre determinados polimorfismos genéticos y la capacidad de absorción y metabolismo de determinados inmunosupresores en pacientes trasplantados de pulmón.

Actualmente, la terapia posterior al trasplante de órganos sólidos incluye el tratamiento con los fármacos inmunosupresores ciclosporina o tacrólimus, ambos combinados con ácido micofenólico. Estos medicamentos presentan una amplia variabilidad en su efecto sobre el paciente trasplantado, entre otras causas debido al perfil genético de cada paciente. Por lo tanto, pacientes sometidos a un tratamiento inmunosupresor corren el riesgo de recibir unas dosis inferiores a la que requieren con la posibilidad de rechazar el injerto o, por el contrario, recibir una cantidad de inmunusupresores excesiva, que puede llevar a que el paciente desarrolle problemas renales o se alcancen niveles tóxicos en sangre.

"Con esta investigación se pretende avanzar en el estudio de aquellas variantes genéticas que pueden ser determinantes a la hora de dosificar estos fármacos para los pacientes trasplantados de pulmón para así optimizar las estrategias terapéuticas y reducir los riesgos en la administración del tratamiento inmunosupresor en estos pacientes, que debido a su mayor complejidad de manejo, han sido objeto de menos estudios publicados hasta la fecha, en relación a otros tipos de trasplante", comentan la Dra. María José Herrero y el Dr. Jesús Ruiz. .

El estudio se ha desarrollado con 51 pacientes trasplantados de pulmón entre 2008 y 2011 y tratados con tacrolimus y/o ácido micofenólico, realizando un seguimiento de los seis primeros meses posteriores al trasplante.

Los investigadores han comprobado cómo distintos polimorfismos genéticos de tipo SNP (Single Nucleotide Polymorphisms) están relacionados con el transporte y metabolismo de los inmunosupresor tacrolimus y ácido micofenólico en pacientes trasplantados de pulmón, lo que abre nuevas vías para seguir avanzando en el campo de la medicina personalizada y poder adaptar de la mejor manera los fármacos al perfil genético de cada paciente.

"Cabe resaltar que el trasplante de órganos es una práctica clínica en constante desarrollo, y su complejidad en el tratamiento posterior hace necesario la constante formación e investigación por parte de los especialistas del hospital", ha destacado el Dr. José Luis Poveda, responsable del Área del Medicamento del Hospital Universitari i Politècnic La Fe.

Tratamientos inmunosupresores en pacientes trasplantados

El trasplante pulmonar es una opción para solucionar determinadas enfermedades de pulmón en una etapa terminal. Sin embargo, se mantiene como el trasplante de órganos sólidos con peores resultados, con menos del 75% de supervivencia en el primer año e inferior al 65% pasados los tres años del trasplante.

Algunas razones para estos resultados han sido identificadas, y son compartidas con otros trasplantes de órganos sólidos. Un aspecto mejorable es el ser capaces de precisar al máximo los tratamientos que se le practican al paciente posteriormente al trasplante. "Actualmente, con los avances en medicación inmunosupresora y el mejor conocimiento de los mecanismos de absorción y metabolización de los fármacos, se ha experimentado un descenso de los episodios de rechazo al órgano trasplantado y un notable aumento de la supervivencia de los paciente", ha explicado el Dr. José Luís Poveda.

En este sentido, La Fe, único centro español acreditado para realizar cualquier tipo de trasplante de órganos y tejidos, ha llevado a cabo a lo largo de 2014 un total de 222 trasplantes, de los cuáles 29 fueron de pulmón. Esto supone una alta cifra de pacientes para quienes los estudios de farmacogenética y la atención farmacéutica son fundamentales en su proceso de recuperación.